miércoles, 30 de enero de 2008

AMANTES ETERNOS

Esta es la foto que me inspiró;
para escribir esta poesía...

Acércate mi amor hasta tocarme,
y reclina en mi hombro tu cabeza;
deja atrás el pesar y la tristeza,
y apresta los sentidos para amarme.

Nuestro lecho nupcial será la tierra,
tálamo que generoso nos guarece,
y mientras la pasión nos enloquece,
no oiremos los fragores de la guerra.

Haremos el amor, pero no temas
engendrar un retoño en tus entrañas,
no habrá castigos, ni miradas extrañas,
ni te excomulgarán con anatemas.

Cuando el amor termine, aquí estaremos,
tu cuerpo al mío unido por el lazo,
de este eterno, e inmemorial abrazo,
que hará que nunca más nos separemos.

Y la posteridad ha de encontrarnos,
en esta cama tan blanda y tan sencilla,
donde sobre el verdor de la gramilla,
encontramos un sitio para amarnos.

Deja que el mundo se hunda en su agonía,
que se fabrique su propia desventura,
mientras mis manos recorren tu cintura,
y yo te entrego mi cuerpo, y te hago mía.

No existen ni el pasado ni el futuro.
Si he de morir después de poseerte:
frente a la inmensa dicha de tenerte,
siento este instante inmaculado y puro.

No cambiaría tu amor por mil imperios,
que Oriente y Occidente me ofrecieran.
No habrá lujos, o riquezas que me dieran,
que me impidan penetrar en tus misterios.

¡Que los volcanes escupan sus infiernos!
¡Que se sequen los mares hasta el fondo!
¡Que se conviertan los hielos en un horno,
y al cielo lo reemplacen los avernos!

¡Qué importa que se hunda el mundo entero,
mientras ardan nuestros cuerpos de pasión!
¡Qué más da, el lugar, o la ocasión,
dónde pueda gritarte que te quiero!

Ven aquí, ¡que se caiga ya ese velo,
que cobija tus encantos primorosos!
¡Hoy seremos los amantes más dichosos!
Y mañana… solo huesos bajo el suelo…


Marga Mangione

Todos los textos de esta página

están protegidos por los derechos de autor


No hay comentarios: