jueves, 7 de febrero de 2008

HOMENAJE A DALILA

A mi perrita dóberman, la más dulce que concocí,
y la que más amé.
Con ella compartí diez años de mi vida;
y jamás la olvidaré...



D esde el momento en que nos encontramos,
A
lzando tus ojos me diste ternura y
L
as dos sentimos un amor supremo,
I
nundada el alma de inmensa dulzura.
L
a ausencia seguro que te habrá afectado,
A
hora donde estés, tendrás amargura.



M
i mano extraña tu pelo tan negro,
I
luminado por estrellas grises.


A sustada un día, corriste a la calle,
M
is hijos lloraban y salí a buscarte,
A
l llegar la noche todo era tristeza,
D
alila querida, ¡nunca regresaste
A
cubrir de besos nuestras soledades!


P ara recordarte yo cierro los ojos, y
E
stás nuevamente como antes te viera.
R
ogando caricias, con mirada dulce
R
iendo con tus dientes blancos como perlas.
A
llá donde te halles: yo sé que me esperas...


Marga Mangione

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