y la que más amé. Con ella compartí diez años de mi vida;
y jamás la olvidaré...

D esde el momento en que nos encontramos,
A lzando tus ojos me diste ternura y
L as dos sentimos un amor supremo,
I nundada el alma de inmensa dulzura.
L a ausencia seguro que te habrá afectado,
A hora donde estés, tendrás amargura.
M i mano extraña tu pelo tan negro,
I luminado por estrellas grises.
A sustada un día, corriste a la calle,
M is hijos lloraban y salí a buscarte,
A l llegar la noche todo era tristeza,
D alila querida, ¡nunca regresaste
A cubrir de besos nuestras soledades!
P ara recordarte yo cierro los ojos, y
E stás nuevamente como antes te viera.
R ogando caricias, con mirada dulce
R iendo con tus dientes blancos como perlas.
A llá donde te halles: yo sé que me esperas...
Marga Mangione
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