
"Las palabras que no nacen del silencio,
son palabras vanas, inútiles"
¡Basta! -dijiste- ¡Silencio!
¡No quiero que hables más!
Pues te molesta que diga,
mi opinión o mi verdad.
Yo repliqué: !No me importa,
que así me hagas callar!
¡Puedo pensar, y decirte,
lo que pienso sin hablar!
Podrás acallar mi voz,
pero no mi pensamiento,
por dentro puedo sentir,
y gritarte lo que siento.
Tal vez un día cercano,
tenga tu alma dolor,
cuando mi voz ya no suene,
hablándote con valor.
Entonces te habrás quedado,
para siempre en soledad:
añorando esas palabras,
que decían la verdad...
Marga Mangione
Todos los textos de esta página
están protegidos por los derechos de autor
No hay comentarios:
Publicar un comentario